5.1.11

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El poeta es un fingidor.
Finge tan profundamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que te veras siente.

Y quienes leen lo que escribe
sienten, en el dolor leído,
no los dos que el poeta vive,
sino aquel que no han tenido.

Y así va por su camino,
distrayendo a la razón,
ese tren sin real destino
que se llama corazón.


Autopsicografía, Fernando Pessoa

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